¿Qué son las sondas nasogástricas?
Las sondas nasogástricas son tubos flexibles que se introducen por la nariz y vías respiratorias a través de la garganta hasta llegar al esófago. Esto permite que una pequeña cantidad de líquido sea administrada directamente a la parte superior del estómago, como ayuda a tratar el dolor de estómago. Las sondas nasogástricas se pueden utilizar como parte de una cirugía mayor para curar el reflujo gastroesofágico (RGE) o para drenar líquidos enfermos del estómago.
Las sondas nasogástricas también se usan para administrar medicamentos en forma intravenosa, disolver vendajes o realizar una lavado intestinal. A veces se utilizan durante una endoscopia para verificar que todo esté bien después de la operación.
Tipos de sondas nasogástricas
¿Cómo colocar una sonda nasogástrica?
Antes de colocar la sonda, se debe explicar la maniobra al paciente, ya que se necesita de su colaboración. Se trata de un procedimiento no doloroso, aunque puede llegar a molestar.
El paciente debe colocarse en una posición adecuada, conocida como posición de Fowler la cual consiste en estar semisentado en la cama para relajar la musculatura abdominal y facilitar la entrada de la sonda.
Para saber la longitud de la sonda que se necesita, se suma la distancia desde la nariz al lóbulo de la oreja, y desde este hasta el final del esternón. Para un adulto, la longitud habitual es de unos 50 cm.
Se aplica lubricante en los últimos 15 cm de la sonda y se introduce por una de las fosas nasales, en la más permeable, con el paciente colocado en la posición de Fowler. Se Introduce la sonda horizontalmente, para evitar que tropiece con los cornetes. Se va empujando la sonda poco a poco, mientras el paciente realiza la maniobra de tragar.
Cuando se llega a la longitud medida anteriormente, se detiene la introducción de la sonda y se comprueba si está bien colocada, insuflando 50 cc de aire al estómago con una jeringuilla, que es detectado con la ayuda de un fonendoscopio, escuchándose un sonido de borboteo característico en el abdomen.
Se puede aspirar el contenido gástrico una vez confirmada la posición y deberá fijarse a la nariz con un esparadrapo.
Alimentación por sonda nasogástrica
La alimentación por sonda es una técnica muy utilizada en nuestro país, que permite suprimir la necesidad de digerir los alimentos y mejorar el estado nutricional de las personas.
Es importante recordar que no se trata de una manera de alimentarse, sino de una técnica que permite suprimir la necesidad de digerir los alimentos. Esto conlleva a una mejor absorción del nutriente en forma directa a través del tubo digestivo hasta la sangre.
La intervención se realiza en 1 hora y media aproximadamente. Consiste en introducir un tubo por el esófago hasta el estómago (sonda orogástrica) o bien por el intestino (sonda enteral).
Sonda nasogástrica: complicaciones más frecuentes
1- Oclusión de la sonda: Es una de las complicaciones más habituales y obliga al personal sanitario a cambiar la sonda con frecuencia.
2- Vómitos o náuseas: Suelen ocurrir con menor frecuencia que la obstrucción. Sin embargo, sus desencadenantes son varios.
3- Diarrea y distensión abdominal: No suele ser una de las complicaciones más frecuentes, pero pueden suceder.
4- Extracción accidental de la sonda: El error lo suele cometer el personal sanitario. En estos casos los cuidados son más delicados.
5- Irritación o ulceración de la nariz: Ocurre por la presión o roce de la sonda.
6- Aspiración pulmonar: Es sin duda la complicación más delicada y la que debemos evitar a toda costa.
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