A pesar de que los elementos anteriores son los más básicos para introducir en un botiquín de primeros auxilios cuando hay niños en casa, no hay que olvidarse de aquellos medicamentos para tratar enfermedades crónicas. Nos estamos refiriendo a broncodilatadores para el asma, antihistamínicos (que ahora en primavera son indispensables), antiepilépticos, etc.
En el caso de salir de viaje a algún lugar, la AEPED recomienda introducir en el botiquín un protector solar, repelente para los mosquitos y suero. Poder recurrir a este botiquín en cualquier momento es un alivio, ya que no habrá que salir corriendo a la farmacia o no tratar una herida porque no se dispone de los productos necesarios para curarla. El botiquín de primeros auxilios es vital.
¿Dónde debe estar el botiquín?
El botiquín debe estar en algún lugar de la casa accesible para los adultos, pero no para los niños. Por eso, a veces se recomienda que el botiquín tenga una especie de candado, aunque en casos de urgencia tener que buscar la llave para abrirlo puede dificultar la solución rápida de un problema grave, como un ataque de asma o de alergia que requiera de una inyección de adrenalina.
Asimismo, al igual que debe mantenerse el botiquín actualizado, con medicamentos y productos no caducados, conviene no conservar medicinas que hayan sobrado de un tratamiento, por ejemplo, los antibióticos, como explican desde la AEPED. Recordemos que en el botiquín solo debe haber lo necesario y cualquier medicamento debe desecharse en puntos de recogida específicos.